La película “Estrella del cielo en la tierra”, nos toca profundamente en nuestro quehacer, no solo como docentes sino en nuestra responsabilidad como padres. Ella plantea las dificultades de aprendizaje de Ishaan, y el maltrato no solo físico, sino psicológico tanto de sus compañeros de estudio como de su padre. La permanente comparación entre sus dos hijos. Cuando por razones de trabajo su padre debe viajar y le hace pensar a Ishaan que no volverá, provocándole un fuerte dolor. El abandono en el internado, la soledad, el silencio, la humillación, el dolor de la regla en sus manos, que llevaron al chico a sumirse en el mutismo como una puerta de salida a su problema de dislexia.
Fue el nuevo profesor de arte, el maestro Ram Shankar Nikum, a quien su problema tocó en lo más íntimo de su ser, quien penetró ese silencio insondable, quien mostró interés, se motivó a la investigación, rastreo su pasado, aplicó técnicas de revisión textual, rastreo documental, y uso la didáctica, descubriendo otros destrezas que tenía Ishaan y se puso como tarea canalizar sus demás potenciales. Su experiencia en “Tulipanes” institución donde hacían realidad el sueño de llevar a los niños anormales a su vida normal, descubrió en el niño su capacidad de observación, su inteligencia viso espacial (evidenciada en su interés por armar rompecabezas) y sus capacidades artísticas. El maestro, valiéndose del testimonio de vida de importantes genios de la historia y del suyo propio, realizó gestión escolar, lo motivó a desarrollar su pensamiento lógico, el reconocimiento táctil de números y letras, la motricidad fina, lo llevó del concepto abstracto a estructuras pequeñas, devolviéndole al niño la confianza en sí mismo y lo validó frente a la comunidad educativa y ante sus padres.
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